Un día a la vez, así con las crisis en este país y así también con las crisis emocionales que atraviesan nuestros cuerpos. Cada día la desesperanza se me asoma. Encuentro refugio en las resistencias cotidianas de aquellas personas que esta crisis les ha hecho tanto daño y que no desisten en sus luchas, en sus demandas. En las Madres de Abril, familiares de presas y presos políticos, nicas en exilio y el destierro. Sus valientes voces alimentan la esperanza y nos recuerdan siempre, dónde deben seguir colocadas las prioridades.
También alimenta mi esperanza, la
recuperación emocional de mis amigues -y la mía- en estos tiempos difíciles;
las luchas que sobrellevan para sostenerse económicamente en medio del desempleo
y la falta de oportunidades; las acciones que en medio de la acelerada
represión y censura, siguen sosteniendo todas las personas que abrazamos la
demanda de verdad, justicia, libertad y democracia.
Todo lo que alimente nuestra esperanza es súper válido. Lo vital es no permitir que la dictadura y el daño que día a día viene ocasionando la violencia, nos arrebate la posibilidad de imaginar otra Nicaragua.
Publicado en Facebook: 26 de julio, 2021.
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