En un país sumergido en la violencia y la impunidad, es imposible decir que se puede vivir feliz. Para muchos y muchas, han sido tiempos de lidiar con las crisis del país y sobrellevar procesos personales de sanación.
En mi caso particular, no sé dónde estaría si no
fuera por la terapia y actividades que me permiten sostener el deseo de
mejorar. Mediante el trabajo corporal, he encontrado un refugio para gestionar
el miedo, la ansiedad, la incertidumbre, los "no puedo", los "no
tengo fuerza".
Cuando reviso mi bitácora de aprendizajes, me cuesta mucho asimilar los
pasos que he avanzado, y siempre me motiva los ánimos que me dan mis amigues
para sostener mis procesos. El trabajo corporal me ha retado mucho a procesar
las inseguridades con las que aún cargo.
Este año, a mis rutinas de ejercicio, he
incorporado la práctica del Taekwondo. He encontrado una nueva herramienta para
ensayar la recuperación de lo que tanto he perdido. No lo he logrado todo,
cuesta mucho avanzar. Cuesta mucho construir y sostener nuevos hábitos.
Entre
tanto, celebro instantes de felicidad sobre lo que mi cuerpo me sigue
permitiendo hacer, ensayar, descubrir y recuperar.
Publicado en Facebook: 30 de abril, 2022.
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