miércoles, 5 de abril de 2017

EN ÉSTO

Metida en ésto, la paz es un decir; la muerte, una costumbre; la rebeldía, un drama de vencidos y la justicia, un sueño de caretas.

Metida aquí, no hay magia blanca, ni cielo raso que no llueva horrendas tempestades, ni pluma que no arrastre jirones de neblina, ni paso que no impronte una acción que no termine siendo inútil.

En ésto, no hay hombres ni mujeres que no sean fantasmas o demonios; no hay citas que se cumplan ni juramentos que perduren; no hay callejones oscuros que sean más que oscuros callejones, ni lágrimas ajenas, ni noches estrelladas que no digan mentiras.

Metida en ésto hasta la nariz, la verdad es sólo una intuición falsificada con humo de tabaco; el amor es un mito que, al borde del abismo, rezuma una botella y la belleza es ese trago de café que, en el hastío y con dolor de cabeza, logra arrancar dos versos la noche.

Metida en ésto, el tiempo es un esbirro feroz de la desesperanza,
y la fe es un artefacto que duele por inútil. Aquí no hay tierra santa ni fruto prohibido. Aquí el castigo eterno es la memoria y todos los que estamos, aquí, estamos en guerra.

Quienes estamos en ésto, somos personas duras: sólo tenemos nuestras manos, nuestra visión en llamas, nuestra historia ganada a fuerza de batallas perdidas y un odio casi instintivo a la costumbre.
Vivimos en ésto.

¿En ésto qué?

#SincericidioySentimentira
Escrito bíter dedicado a Frank Hooker Solano, con cariño en un día de cansancio existencial.

Autora: Elena Pereyra


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