Los
"pintas" más temibles de Nicaragua no están en los "barrios
marginales". No son esos que despectivamente llamamos "chinela
rolter" por la música que escuchan, su forma de vestir o manera de hablar. Vayamos dejando atrás esos estigmas y estereotipos que fomentan la discriminación. Los "pintas" más temibles son quienes nos gobiernan. Esos
"pintas" suelen abusar del poder que tienen, que no siempre es conquistado
por voluntad popular. Pretenden infundir miedo para que les obedezcan y nadie nunca jamás los cuestione. No les importa
violentar los derechos humanos de quienes manifiestan inconformidad con los atropellos que cometen. No les interesa
promover, mucho menos practicar valores. Si las leyes no les favorecen, las cambian. Lo preocupante es
que estos "pintas" tienen seguidores, y a estos seguidores los
utilizan como títeres para lograr sus maquiavélicos planes. Además, desmotivan a otras/os que apuestan a cambiar esa manera cochina de hacer política. Hay que tener precauciones
con los "pintas". Sigamos firmes con el plan "limpieza de
pintas", digo con nuestras batallas sociales y políticas. El arma más potente de la que podemos hacer uso para combatir a los "pintas" es la educación, así que hagamosle suin.
sábado, 15 de marzo de 2014
viernes, 7 de marzo de 2014
Juventudes y Segunda Vuelta en El Salvador
Este domingo 9 de marzo en El
Salvador se celebran elecciones presidenciales en segunda vuelta. Desde el
discurso de algunas/os jóvenes salvadoreñas/os que conocí, pude percibir la marcada tendencia Derecha
VS Izquierda. Me llama mucho la atención que hay fuerte motivación en la
juventud de participar en esta contienda.
Las/os jóvenes con los que compartí me comentaban que existe credibilidad en el poder
electoral salvadoreño. Expresaban que lo consideran autónomo, que se cuenta con un sistema virtual bien
estructurado y de fácil acceso donde se reporta con instantaneidad el avance en
el conteo de votos con sus respectivas fuentes de verificación, y que hay
observación electoral diversa y confiable, tanto nacional como internacional.
Varias/os con los que pude
conversar comentaban que se inclinan más por la izquierda, porque "la derecha les ha robado
su identidad". Un ejemplo que me daban es que el Colón como moneda nacional fue sustituido
por el Dólar por intromisión de EEUU en políticas de Estado durante el período
de un gobierno de derecha. No se les
consultó, solamente se les impuso. Ellas/os manifestan que identifican avances con la izquierda en el gobierno. Uno de los proyectos del que me hablaron bien es Ciudad Mujer.
También escuché cosas que no están de acuerdo y por las que batallan, como la violencia institucional que sufren las mujeres, exclusión social y política de la comunuidad LGBTI, la inseguridad ciudadana, pero en eso basan su activismo, en transformar lo que afecta en sus condiciones de vida.
También escuché cosas que no están de acuerdo y por las que batallan, como la violencia institucional que sufren las mujeres, exclusión social y política de la comunuidad LGBTI, la inseguridad ciudadana, pero en eso basan su activismo, en transformar lo que afecta en sus condiciones de vida.
Estas/os jóvenes con lo que
compartí son gente muy crítica y propositiva. Están organizadas/os y movilizan con aliadas/os
propuestas de políticas públicas para combatir desigualdades sociales y
políticas que enfrentan. No detienen su activismo para hacer efectivo el goce de Derechos Humanos en igualdad y equidad. Conocí mucho del trabajo que hacen y de sus logros.
Sin duda alguna que el contexto
político de ellas/os tiene sus variantes respecto al de las/os nicas. Las juventudes organizadas
en Nicaragua tenemos otros puntos de vista sobre derechas o izquierdas. Y no es que las derechas no nos hayan
jodido, sino que también la izquierda lo ha hecho. Ellas/os me decían “ustedes
ganaron la guerra, nosotras/os la perdimos”. Y ahí encontramos más elementos
para ampliar este debate.
En hora buena, esa motivación a
la participación política activa por parte de juventudes me contagia de buena
vibra, más si tiene enfoque lejos de fanatismos. Que todo marche pacíficamente y que gane la voluntad del pueblo salvadoreño.
Pd. No conocí relatos de jóvenes identificados con la derecha.
miércoles, 5 de marzo de 2014
Dejando ir miedos
Aun me acuerdo de aquel taller en
que cada participante representaba en un dibujo algo con lo que se identificara
o que le inspirara en su vida. Podíamos hacer uso de colores, crayolas,
temperas, lo que nuestra creatividad necesitara para plasmar eso que
simbolizaba nuestro proyecto de vida.
Yo a diferencia de otras/os no
necesité de mucho, más que un crayón y una hoja. Una vez que todas/os habíamos
concluido comenzamos a explicar qué significaba para nosotras lo que habíamos
pintado en papel.
Varias/os se extendieron
comentando porqué representaban sus motivaciones con una mariposa, estrellas,
soles, árboles o montañas. Cuando les escuchaba pensaba que era mejor no
compartir mi dibujo. Se me ocurría buscar la manera de cambiarlo, dibujar y decir algo
común, que no fuera muy intimista.
Si algo me invadía en esos
tiempos era la inseguridad, por algo lo que había dibujado en mi hoja. Cuando
las/os demás se habían lucido con sus creaciones, yo solo tenía en mi hoja un
signo de interrogación.
No es que no tuviera sueños, eso
es lo que me da vida, sino que se me dificultaba simbolizarlo en un dibujo. Mi
creatividad estaba acortada por mis temores. Mi mente se bloqueaba y me sentía
incapaz de darle forma y color a lo que creía que me representaba.
Aterrizando en el presente, hace
unos días compartía con jóvenes activistas un proceso formativo y pude ver cuánto he
avanzado en lo que refiere a dar pasos seguros. El equipo facilitador nos orientó
el mismo ejercicio, con una variante, no dibujaríamos. Debíamos hacer una
figura con una varía flexible que parecía una culebrita. Pensé un poco, pero está vez preguntándome qué
tan seguro estaba de mi representación.
La forma que moldee con mis manos fue
la del mar mediante movimientos ondulares en la pequeña varía, asemejándolo con las olas. Pensé, la mar nunca está quieta. A veces se enfurece, pero a veces está calma. Con el sonido del chocar
de sus olas demuestra que tiene mucho que contar. El viento le acaricia, le
llena de libertad, frescura, energía. Es tan diversa, que en la
profundidad o en la superficie, siempre hay mucho qué explorar, qué descubrir. Por más
que se bucee, no deja de guardar secretos. Es tan salada, sí, pero cada día se
deleita con la salida del sol. Siempre evidencia que ahí, hay vida.
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